jueves, 1 de julio de 2010

MANUEL R. MORA Y EL VIGOR DE LA BIOGRAFÍA.

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José Félix Llopis y Manuel R. Mora en Contadora

No está exenta de verdad la afirmación de que unas cuantas biografías, buenas y bien hechas, pueden contar mejor la historia de un siglo que sesudos y globalizadores tratados. Tiene la biografía como género el añadido de la testificación personal sobre lo acontecido y el peligro de la subjetividad de la mirada sobre el biografiado, por eso es tan necesario el buen tino y la labor rigurosa del autor para que el género pueda ser considerado una más de las bellas artes históricas.

Tal es el caso de Manuel R. Mora (Piedrabuena, 1942), periodista, que ha llevado a su fin el empeño por contar la vida de José Félix Llopis, exiliado español durante la contienda incivil, para quien la obligada ausencia de la patria se convirtió en una oportunidad aprovechada. El libro “José Félix Llopis: Violencia, perfume y humo” ha sido editado, magníficamente, por Turner y fue presentado el pasado 17 de junio, con un acto multitudinario en el Circulo de Bellas Artes madrileño, por Virgilio Zapatero, instigador de la biografía, y por Nicolás Sánchez-Albornoz, amigo de la familia del biografiado desde los lejanos tiempos de su novelesca huida de Cuelgamuros.

Manuel R. Mora ha desarrollado la mayor parte de su vida periodística en diversos países de América, en especial en Panamá Colombia y México como delegado de la Agencia EFE, su casa durante tanto tiempo. Al comienzo de los años ochenta, y en Panamá, conoció a Llopis, relación que ha mantenido desde hace un cuarto de siglo. Y fue en América donde pudo comprobar, según dijo en la presentación, la génesis y los efectos de la violencia en las sociedades hispanas, su necesaria consideración como factor determinante en la vida económica y política de la zona y sus efectos devastadores para la convivencia social. Por eso, cuando decidió emprender la labor de contar los trabajos y los días de este español peregrino y pacífico, empresario y amante de las artes, entendió que sólo era posible hacerlo insertándolos en el marco violento que desde su infancia le tocó vivir, y que hábil, aunque comprometidamente, pudo ir sorteando.

José Félix LLopis, madrileño, fue niño republicano español en el Paris de la invasión nazi, iniciador luego del cortometraje científico y antifranquista católico. Después vino el traslado con su familia a Venezuela, territorio desde el cual logró posteriormente el éxito empresarial como representante en América de los perfumes Dior. Su don de gentes, su personalidad, y su afán por el arte le permitieron el contacto con numerosos personajes históricos de la segunda mitad de siglo XX: desde María Zambrano y Picasso hasta Fidel Castro, Jimmy Carter o el líder panameño Omar Torrijos, al tiempo que le facultaron para estar en el secreto y el glamour de la vida parisina y, especialmente, en la creación de los grandes perfumes de la Casa. Como también le capacitaron para reunir una enorme colección de arte precolombino, colonial y contemporáneo que hoy, y para todos, mantiene en Madrid una fundación con su nombre.

Por todo ello, haciendo virtud de la necesidad, Manuel R. Mora aprovecha la vida de Llopis para trazar, como si de un nuevo friso de Fidias se tratase, el escenario histórico en donde la victoria de la voluntad de este español sobre las circunstancias se ha desarrollado. Y es ahí donde la sencillez de la sabiduría de este periodista manchego logra llenar de contenido la verdad de una existencia. Los datos y las situaciones, abundantes unos y esclarecedoras otras, aparecen en el relato para iluminar, para acompañar, organizados para el lector. Y tan lejos siempre de la sensación de agobio como cerca de la emoción de estar reviviendo paisajes y momentos. El libro, escrito en Contadora, isla en Pacífico panameño y residencia habitual del biografiado, está estructurado en dos bloque que se alternan, pero que se funden: uno, el de las palabras directas que acuden a José Félix desde el recuerdo; otro, el del exacto marco socio-político que, para dotarlas de sentido, el periodista ofrece. Escrito todo y siempre desde la pulcritud medida, desde el respeto y la valoración de las situaciones, nunca desde la asepsia de la falta de intenciones o desde la ambigüedad en la opinión.

Manuel R. Mora, piedrabuenero, que hace ya dos años nos ofreció su novela “Los caminos encontrados”, en donde también nos acercó a los problema de la violencia y el convivir, aporta con el libro recién presentado un vigoroso argumento más a favor de aquellos que creemos que la Historia debe verse desde los hechos, cotidianos y/o públicos, de aquellos que la realizan o la sufren; única manera de entender algo de todo lo que colectivamente hemos sido obligados a vivir.


 
Manuel R. Mora. “José Félix Llopis: Violencia, perfume y humo”. Turner. Madrid. 2010.
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