sábado, 15 de enero de 2011

Juana Inés, Enrique Gracia y un soneto


No debió ser esta recreación que hizo Miguel Cabrera del conocido retrato. Pero Juana Inés entendió que debía poner contrapunto a la idealización que de su imagen y de ella hiciera uno de sus retratos finales. Mi buen amigo Enrique Gracia tuvo la atención de rescatar para nuestros oídos, ayer viernes 14, el soneto con el que Juana Inés respondió. No lo conocía. Mea culpa. Hoy que lo conozco quiero compartirlo con vosotros. No importa su regusto gongorino en la advertencia de la caducidad y la sutil degradación con la que resuelve. Dijo Enrique que con su muerte, 1695, se terminó el Siglo de Oro. Seguramente.

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Soneto donde procura desmentir los elogios
que a un retrato de la poetisa inscribio la verdad, que llama pasión

Éste que ves, engaño colorido,
que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;

éste, en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido:

es un vano artificio del cuidado,
es una flor al viento dedicada,
es un resguardo inútil para el hado:

es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.
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2 comentarios:

julia rubiera dijo...

esta asturiana sin esperar ser molestia se queda de tu seguidora por tu buen saber de las letras y de los bellos textos con los cuales nos deleitas. un besin muy grande y gracias por tanto como nos aportas.

Santiago Medina dijo...

Bonito soneto.Se aprende bastante a la hora de leer los clásicos.Siempre estan ahi.
Los poetas evolucionamos pero la raiz perdura.
Un saludo
Le invito a ver mi blog
http://poesiadesantiagomedina.blogspot.com/