sábado, 30 de abril de 2016

Sucedió de nuevo: Mientras la luz celebró su aniversario

      
      Sucedió de nuevo. Por vez tercera, el blog que lees, atento amigo, celebró su Quinto Aniversario. Y lo hizo con la lectura poética anual que responde por No madrileños. Contó para ello con la gentileza de dos claros poetas del sur, Isabel Bono y Joaquín P. Azaústre. A quienes agradecemos. Sucedió en la Sala Trovador, lugar asociado a nuestras convocatorias. Lleno. José Luis Morales, como en ocasiones anteriores, presentó a los poetas con el rigor elegante y la sabiduría dórica que acostumbra. Isabel y Joaquín, distintos en el temblor y en la curiosidad de su lenguaje poético, coincidieron en ofrecer un paseo cronológico por su obra. Isabel, desde el instante al dolor, y Joaquín, desde la indagación al compromiso, dejaron extenso por la sala un silencio de comunión primaveral y denso. Dos andaluces, dos ventanas abiertas al aroma de Keats: a la verdad, a la belleza.

      Sucedió de nuevo. Rafael Soler, buen amigo, hizo posible este renovado vuelo. Permítanme (permítame) la necesaria cita. Como tantos otros que estuvieron en cercana alegría. José Luis Torrego, poeta y fotógrafo, firma este resumen de imágenes que ofrecemos.

       Queda pregonada la reunión del próximo curso, la futura y última celebración.    



domingo, 24 de abril de 2016

Una cita excepcional: No Madrileños el 27 de abril


    Aunque sabe que la infidelidad siempre acecha -es tigre hambriento-, este blog que visitas, amigo lector, fiel a su aventura, celebrará el próximo miércoles 27 de abril, y por tercera vez, su quinto aniversario. Como es habitual, comenzará con lecturas de dos poetas poco habituales en los foros de Madrid y a las que, por ello, hemos bautizado con el lema No Madrileños. Si en 2014 vinieron desde Levante para estar con nosotros Vicente Gallego y Federico Gallego Ripoll y en 2015 acudieron desde Poniente, Basilio Sánchez y Mª Ángeles Pérez López, en este 2016 y desde el Mediodía vendrán Joaquín P. Azaústre e Isabel Bono.
Serán presentados por el poeta José Luis Morales.
Con la expresión de nuestro agradecimiento, adelantamos noticia de nuestros invitados.


Isabel Bono
Isabel Bono  

     “Mis poemas -suele decir Isabel Bono-, son todos fragmentos de un poema-nave-nodriza que llevo sobre mi cabeza y mi misión es  ir  sacando fragmentos a poquitos”. Y esos fragmentos hablan de todo, naturalmente, del olvido y de la noche, de la ventana y del miedo, de su padre y de los niños que aún no conoce, de un paseo sin él o de una mujer sin maletas. Son y proceden del deslumbramiento de la cotidianidad

cuando él me mira
todo pasa

la falsa fiebre
los falsos desmayos
las falsas despedidas

Ah, el amor, es verdad. La poesía de Isabel Bono da vueltas y vueltas en torno a un amor siglo XXI, un amor entre iguales, sin complejos ni sumisiones, sin cadenas ni alas de cera; un amor entre un hombre ─o varios– y una mujer ─¿la misma siempre?─ que suele llamarse bk.


Joaquín P. Azaústre
Joaquín P. Azaústre


      Podría no parecerlo a veces, pero la poesía de Joaquín Pérez Azaústre es sobre todo un intento de entender el yo como resultado del complejo universo de emociones, percepciones, sensaciones, alegrías y frustraciones de una persona que crece en y con su tiempo, en y con sus conciudadanos, en y con su conciencia. De ahí el abigarrado mundo simbólico de sus libros: realismo hímnico, irracionalismo de las vanguardias, culturalismo. La síntesis, al menos momentánea­­, de estas estéticas antitéticas, se da en Las Ollerías, en cuyos versos podemos encontrar una poética convincente:

La poesía no debe ser confesional,
porque todos tenemos una historia:
quizá, al menos, no deba ser confesional
únicamente: hay que darle el barniz
de la escritura, travestirla en lenguaje.
La poesía ha de ser honesta, la poesía es un artificio,
la poesía ha de ser mentira en su verdad objetiva.

                La poesía es para Joaquín palabra en el tiempo y para el tiempo, palabra en el espacio y para el espacio, palabra en la vida y para la vida, un oficio ético vestido de artificio estético que tiene el yo como origen y el tú, el vosotros, el todos nuestros conciudadanos como destino.
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No Madrileños   /  27 de abril   / 19 : 45  /  Sala Trovador

domingo, 10 de abril de 2016

Un poema: Cantera




Materiales
monosilábicos,
extrañamente puros,
¿de qué único
golpe estáis hechos?

¿de hoz como alcotán
que vocea su crimen?

¿de sal como en gargantas
hostiles a la herrumbre?

¿de lid como en los lechos?

¿de sed con que muriese
Dylan Thomas, el bardo?

¿de luz que hay en las rosas
de Andrade, portuguesas?

¿dónde hallar y excavaros?





De Locus poetarum

martes, 5 de abril de 2016

Alfas y omegas. Siempre hubo

          
      Solos en la redacción, digo al Jefe: Algunos se largan a Kenia durante una semana para descansar del ajetreo. Otros a Perú, al festival de Lima con deseos de atiborrarse de lo que allí se cuece o germina. Alfa y omega de las reacciones. Hay tantos poetas jóvenes como escasez de escaparates. Siempre los hubo. Y hay tantos poetas maduros que han pasado la vida escribiendo en callado como los hubo siempre. Y siguen sin ruido (Luis Hervás, por ejemplo). Alfa y omega de las situaciones. Hay editoriales que gozan de su estatus (sin pasarse ni en lo de estatus ni en lo del goce), y las hay, mayoría, que andan haciendo cuentas día y noche sin hallar equilibrio. Alfa y omega de los emprendedores. Viene esto último a cuento por unas entradas en Face de Javier Sánchez Menéndez, el exitoso, parece, editor de la isla sevillana de Siltolá, y poeta. El que abre taberna de Libros y Copas estos días para oxigenar, para oxigenarse. Está Javier tan dudoso de la existencia de poetas jóvenes, él que tantos jóvenes ha editado, como de que la mayoría de los críticos sean solventes. Alfa y omega de las emociones. Él sabrá. En fin, nosotros a lo nuestro, porque el fin de tanto desfile procesional televisado nos ha devuelto a la normalidad del día a día editor. Tuvo la semana de regreso un alfa y un omega, un lunes y un viernes, prometedores. Veamos.

Lunes 28


      En el templo de la Alberti, a salvo aún de las banalidades, se presentó Re-generación. Una entusiasta y bien tramada antología de poetas jóvenes. Le ha dedicado tiempo y ganas José Luis Morante. Hay poetas jóvenes en España. Incluso algunos son capaces de romper barreras y vender. Y es que el lenguaje poético tiene la virtud de ser necesariamente proteico. Habita en él la voluntad de dejarse trastornar en sus modos y formas. Tiene la piel joven siempre, abierta al tacto de manos jóvenes que lo exciten y lo muden. Tiene el deseo abierto. No se quedará con todos, no irá a las alamedas ni a los lechos de plumas con todos, por supuesto. Pero se deja. Morante y la granadina Valparaíso han querido conocer a los que aspiran y ejercen. Contarlos al día de hoy. Se han detenido en 24 de los nacidos entre 1980 y 1995, los que inauguran, escribiendo, el siglo. A los nombres más conocidos. Luna Miguel, Elena Medel, Fernando Valverde, Elvira Sastre, Rubén Martín, Ben Clark,… añade otros nacidos de su búsqueda, de sus encuentros, hasta la cifra de la doble docena. El libro pasa de 300 páginas y se presentó el lunes 28. Introdujo el acto con humildad y justeza el antólogo. Resaltó su deseo de construir lar habitable y señaló la tentación de lo real y el poder de lo virtual, de las redes, en el quehacer poético actual. Todo antes de dar la palabra a los presentes. Diego Álvarez Miguel, Javier Vicedo Alós, Paula Bozalongo, Aitor Francos, Francisco José Martínez Morán y Javier Temprado hicieron lectura de algunos de los poemas seleccionados. Advertimos su anclaje en los modos, su frescura en los temas, su tentación culturalista, su densidad de intenciones. Apaciguadas las tentaciones adanistas, las veleidades de vanguardias inoperantes, olvidados de lo que distrae, parecen saber su oficio. Y tienen temple, ganas.     

Viernes 1
Antonio Cubelo y Rafael Escobar
Foto de Mara Troublant
    
      Hay poetas escondidos, humildes, que escriben como pidiendo permiso, y a los que cuesta moverse en el mundillo. Poetas a los que sus amigos veneran, quieren. Sin duda que Antonio Cubelo Marqués es uno de ellos. Agobiado en sus tiempos por las obligaciones laborales, cada poema es un milagro. Su anterior libro Julia, agosto, septiembre –qué título, por Dios-, apenas tuvo tiempo de presentarlo y circula casi clandestinamente. Ahora aparece Hablo contigo en la editorial Tigres de papel que codirigen Mara Troublant y Paco Moral. Y esta vez sí se presentó. Ocurrió el viernes 1 de abril en el recinto de Casa del Lector. Vino desde Cuenca a presentarlo Rafael Escobar, poeta raíz. Habló –serenidad de voz culta– de la concisión esbelta del lenguaje, de su alejamiento del coloquialismo y la anécdota, de la capacidad de apresar el instante, (paisaje y sensaciones), de su voluntad comunicativa, del amor como difuso escenario, de la fusión celebrativa con la Naturaleza. Pero habló sobre todo de la apuesta, a todo o nada del poeta, por el poder de la palabra sobre el discurso. Una impecable, por certera y respetuosa, presentación. Luego hablaría el poeta, voz de pausa plomada, para confirmar lo anunciado. Y lograr lo que parece un imposible: extender la emoción con unos textos tan esenciales, tan enjutos, tan en sí, tan alejados de los adjetivos y los trucos sensoriales. Poesía grande, humilde y honesta la de Antonio Cubelo. Poemas que él entiende sin título, para no condicionar al lector. O con una propuesta entre paréntesis como mucho. Así en este que adjuntamos.

(estar herido)

Las huellas
que te cruzan, ojalá,
ojalá
que dibujen un árbol:

para tenderte
a la sombra

desnudo como un pájaro
en la tierra.