martes, 18 de octubre de 2016

Dos poemas de Jesús Montiel

     
      Obtuvo el premio Hiperión allá por la primavera. Con Memoria del pájaro. Su quinto poemario. Dijo Jesús Montiel que se siente más novelista que poeta, pero… Está casado y tiene 4 hijos además de 32 años.  De Granada y con declarada amistad con Miguel d´Ors, del que tiene reflejo en la naturalidad con que desarrolla los poemas. Lo presentó en la Alberti su paisano García Montero, que destacó la sencillez de la propuesta y la profundidad de su mirada, el sentido del ritmo, su gusto por la escucha de los ruidos del mundo. Un mundo donde el hogar tiene un lugar destacado. Hubo anécdota en su presentación madrileña, lunes 10: la presencia de dos editores afamados. La de Jesús Munárriz parece lógica, pero fue sorpresa ver a Chus Visor escuchando desde la escalera metálica. Del libro, ganador de la 31 convocatoria, ofrecemos dos poemas. Dos distintas provocaciones, aunque de fuste. Helos.

El árbol

Sepamos que primero que estas flores
fue paciencia en el frío.
Mucho antes las ramas
crecieron una a una hasta la hoja
y el tronco se hizo fuerte,
tragándose la luz y la tormenta.

Pensemos la raíz y su odisea
debajo de este suelo que nos ancla,
formando laberintos
que luego amarrarían
contra el viento su verde arquitectura.

Miremos la estatura en la semilla:
principio de este fruto
que el hambre hace misión entre los dientes.
 __________

Elogio del pene

                                                           sin ropa.
                                       mirándote
Ya crece su estatura  

Si dejo que el deseo lo prospere
se alarga como un dedo que te apunta
o un raro detector de tus metales.

Que nadie se equivoque
debajo de mi abdomen hay mucha trascendencia.

El pene del que hablo te señala.
Se eleva como un puente levadizo
que acaba en las orillas de tu cuerpo.

Subraya tu lugar en esta noche.
       Me dice que estoy hecho para el otro.

2 comentarios:

Miguel Ángel Yusta. dijo...

¡ Qué buenos los dos...!
El "elogio" tiene tal vez reminiscencias "quevedescas" pero con una delicadeza y sensibilidad extremas. Deliciosos. Gracias por traerlos.

fcaro dijo...

Comulgo contigo. Miguel Ángel. Es un poeta que logra una particular naturalidad en el discurrir de la propuesta. Le pregunté y me dijo que a veces trama los poemas mientras cambia pañales. Así es la vida.